Luis Balmes lleva casi dos décadas viajando por el mundo y ayudando a todo el que pague por ello a librarse de la peligrosa adicción al tabaco. Su famosa terapia le ha llevado hasta Málaga, ciudad en la que reside su ex esposa, Ana. Luis decide ir a visitarla al periódico local (en el que la mujer trabaja e intenta sacar a flote su vida profesional y personal) y confesarle el más inconfesable de los secretos: ha vuelto a fumar.
Una vez juntos, las verdades y las mentiras irán saliendo a flote. Nada es lo que parece. El pasado y el presente se mezclan en una noche que se presenta larga. Y es que a ambos les cuesta reconocer que la adicción más peligrosa que comparten es su propio amor... ¿Podrán curarse?
En “Humo” se intenta entrar en el misterio de las zonas oscuras de la mente y sacarlas a la luz, para que todo se haga presente ante los ojos de los espectadores al levantarse el telón. Sale el actor y mira al público desde la inmensidad del escenario, interrogándose sobre dónde está el lugar de la auténtica representación. La vida del drama se convierte así en el drama de la vida, y, por medio del arte teatral, en un juego, en bálsamo tranquilizador para nuestro espíritu. La sociedad en la que vivimos hace ya tiempo que perdió la fe, vive permanentemente engañándose a sí mismo y a los demás, la mentira se ha enseñoreado de nuestro tiempo. ¿Por que? Perdimos la fe en la religión porque abusaron en exceso de nuestros miedos. Perdimos la fe en las ideologías porque fracasaron. El Capitalismo se ha adueñado de la llamada “sociedad del bienestar” de todos los espacios, es el “menor mal” que somos capaces de digerir, por eso la aparición de los farsantes es necesaria y justificada. Esta obra habla de eso, de los “vendedores de humo”, pero habla con ternura porque no salvándose casi nadie, nos abre la puerta a la esperanza de salvarnos todos algún día.
XIV PREMIO DE TEATRO SGAE 2005
Duración: 1 hora y 35 minutos sin descanso
Más información: www.entrecajas.com
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