Director: Carles Alfaro.
Actores: David Durán, Ángel Fígols/Jaume Policarpo
Música: Joan Cerveró.
Con motivo del IV
Centenario del fallecimiento de Miguel de Cervantes,
el Teatro Chapí se suma a este aniversario, poniendo en
escena QUIJOTE de la compañía Bambalina Titelles.
Hace 25 años, tras su estreno, fue programada por la Casa de
Cultura en Villena. Y desde entonces,
espectadores y críticos teatrales de todo el mundo, han
experimentado ya la fascinación de QUIJOTE, la obra maestra
de Bambalina.
Dos actores vestidos de negro, una mesa, el juego de luces y
sombras, la gestualidad precisa y la música, se funden,
recreando un Quijote mudo pero sin embargo elocuente,
de evocaciones goyescas, góticas y expresionistas.
Estamos ante una obra arriesgada, valiente, repleta de
sugerencias, sin apenas concesiones, con la que podemos
asistir, además de la puesta en escena de la ficción
cervantina, al gran ceremonial del arte de la marioneta,
especialmente recomendable para espíritus sensibles e
inquietos, abiertos a la creatividad.
Una bellísima propuesta en la
que lo primero que asombra es cómo los
manipuladores-actores logran
dar vida (hacer que respiren) a estos corazones de madera, a
estas tristes figuras; en uno de los espectáculos más
internacionales de Bambalina,
con el que han visitado más de cuarenta países.
La prensa ha dicho:
“Lo peor de QUIJOTE es el momento en que se apagan las luces
y uno sabe que el espectáculo ha terminado”.
“QUIJOTE de Bambalina: algo diferente, delicado, intimista,
hermosamente triste, misteriosamente apacible,
artificiosamente humano, poéticamente deslumbrador”. “Aquel
que se lo pierda no entrará en el reino de los cielos
teatrales”.