Con: Jaime Gutiérrez (percusión),
Adrián Bartol (bajo);
José Angel Sagi (piano/teclados)
Ernesto Zúñiga (guitarra)
Fernando Alonso (trombón),
Franky González (saxo tenor),
Ernesto Millán (saxo alto),
Ricardo Sánchez (trompeta);
Alejandro Serrano (voz y
trompeta).
Peinado como Krusty, el
payaso de los Simpson, Manic Freak
es capaz de desplegar en cualquier rincón un arsenal de
humor sin palabras. Se comunica con el público
mediante gestos y sonidos guturales, despertando una
carcajada con cada una de sus muecas.
El espectáculo es muy efectivo:
juega con tres bolas transparentes que se pasean por todo su
cuerpo como si formaran parte de él o con una botella
semivacía de agua mineral que evoluciona de su pie izquierdo
a la cabeza, con la precisión que sólo podría darle el
mismísimo Diego Maradona, da paseos en bicicletas de
miniatura y realiza equilibrios con torres de sillas... todo
sin red y marcado por la música de fondo como en las pelis
mudas de Buster Keaton.
"Es un oficio duro, no exento de riesgos y malos momentos",
admite empapado en sudor, pero sin perder la sonrisa. Sus
pelos alborotados le delatan: pese a todo, ha disfrutado
como un niño. Y los pequeñajos que, embobados, aplauden
desde primera fila, aún más. "Es incomparable el
encanto de reunir a docenas de espectadores allí donde, sólo
un momento antes, no estaba sucediendo nada de nada",
resume.
MANIC FREAK nos ofrece un
espectáculo muy participativo, donde niños y mayores
disfrutan por igual.
En la plaza de la calle San
Francisco. Con servicio de cafetería en la terraza.